La primera opción

Ayer salió publicada la lista de los hombres más sexys del mundo según la revista People. Y como top de este año han elegido a un tal  Blake Shelton, cantante de country.

Y enmarco lo de "según" porque es bastante obvio que aquí al tal Mr. Shelton no lo conoce ni la Charito, así como para que nos parezca el hombre vivo más sexy. Yo le vi en el corazón del mediodía y ... ... ... hombre ... ... ... no es que me parezca feo, pero ... ... ...  no es lo que yo consideraría un tipo sexy. Para gustos colores.

Todo esto me ha dado para reflexionar un rato sobre lo difícil, qué digo, complicadísimo, qué digo, casi imposible que resulta gustar a todo el mundo. Conseguir ese equilibrio.

Supongo que hay gente que tiene esa virtud. Y eso es algo que siempre he admirado profundamente, porque toda la vida me ha costado horrores caer bien, hacer amigos y lo que es más difícil, conservarlos.

Así que toda la vida me la he pasado intentando encontrar ese equilibrio entre ser como soy y como debería  para ser socialmente aceptada. Todavía ando en ello a mis treinta y seis.

Como dije antes, si hay algo que admire a día de hoy, es ese tipo de gente que gusta a todo el mundo. Gente atractiva.

Gente que ha conseguido ser lo suficientemente guapa como para levantar admiración, pero sin llegar al punto de parecer engreído. Gente tan simpática como para que todo el mundo quiera estar a su lado, pero sin resultar pedante. Gente con estilo, pero sin llegar a parecer superficial. Gente inteligente, pero sin parecer remilgado.

En resumidas cuentas, ese alguien que siempre es la primera opción.

Esa primera opción que muchos nunca seremos.

Buenos días.