Mirar más allá

Ayer me puse para salir mi vestido azul. Me miré en el espejo y me vi guapa. Y como me vi guapa me hice un selfie y lo subí a Instagram. Como cada hijo de vecino que se ve guapo. 

En el trayecto desde mi casa hasta el sitio donde había quedado con mis amigos me piropearon (por decirlo fino) desde chiquillos de quince años -malumababys- hasta cuarentones de estos que no salen nunca y que cuando salen se vienen muy arriba. 

Y cuando llegué a mi destino encontré que estaban mis tres amigos (chicos) partiéndose de risa un poco abochornados.

-"¿Qué pasa? ¿Que hasta que no os habíais dado cuenta que era yo estabais soltando alguna salvajada?"

Efectivamente confesaron que sí, que estaban soltando una salvajada bastante salvaje, pero que cuando se percataron que era yo ya han dicho "Ostias que es Ana... entonces no" 

Y ahí que estuvimos un buen rato riéndonos de la situación.

Supongo que cada cual tiene que aprender a vivir con sus defectos y sus virtudes. Bueno, mejor llamémoslas características. 

A mi, entre otros defectos, me ha tocado ser una tipa más o menos llamativa. Obviamente, como dije al principio, a todo el mundo le gusta verse guapo; pero desgraciadamente la mayoría de las veces cuando entras por el ojo, la gente no se molesta en mirar más allá. O saca conclusiones erróneas.

Debo reconocer que el ser llamativa también me ha reportado algún beneficio. Por ejemplo, el jefe de personal de una empresa donde estuve trabajando hace unos años reconoció que, de más de mil candidatos al puesto, me habían elegido a mi "por guapa". A ver, lógicamente que si es para darme trabajo, ¡que viva la guapura! pero oye... francamente, hubiera preferido que me hubieran dado el trabajo porque era la más capacitada para el puesto. Que para ganar por guapa ya están los concursos de Misses. Cabe reseñar que a los seis meses no me renovaron el contrato. Los pocos escrúpulos y criterio que tuvieron para darme el trabajo, los tuvieron para quitármelo. 

La verdad es que desde que me pasó esto, me volví bastante desconfiada con las intenciones de la gente. Porque, apariencias aparte, yo ante todo considero que soy una tía muy válida. Bastante más válida como para quedarte en la superficie. 

Así que como lo primero es predicar con el ejemplo, trato siempre  de tomarme en serio a todo el mundo. Intento mirar más allá y conocer personas, no cuerpos. 

Aunque es cierto que hay cuerpos que no quieren ser conocidos como personas. O cuerpos sin más. O cuerpos que te ven a como otro cuerpo sin más. 

Sea como fuere lo que piensen los demás, para mi todos somos personas. Y siempre trataré de mirar más allá de lo que se ve por fuera.

Feliz domingo. 



Comentarios

  1. No te metas con los cuarentones !!! Quieras o no, ser guapa o llamativa ayuda , eso sí si después eres valido o valida mucho mejor. Así que tu tienes las dos cosas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo de cuarentones era una forma de hablar... ains... Si a mi me queda ya poco para cuarentona también jajaja

      Eliminar

Publicar un comentario